Los que tenemos la suerte de no padecerla, difícilmente sepamos con certeza lo que significa tener hambre. Para ser sincero, alguna vez la he sentido en carne propia por aquellos años de corralito en la Argentina de Chupete y es duro lidiar con ello, saber que no tienes nada que calme esa sensación. Por suerte para mí, eso sólo duró un año. Pero fue suficiente para comprender a aquellas personas que padecen este flagelo continuamente, durante muchos años, sabiendo que no hay nada que esté en sus manos para cambiarlo, sólo pueden aguantar, resignarse y sufrir.
Es muy duro saber que hay recursos suficientes en el mundo para que nadie pase hambre y sin embargo millones de personas la padecen. Según mi punto de vista, por la mala gestión de los gobernantes en primer lugar, que priorizan en sus hojas de ruta inversiones mas rentables y atrayentes para el electorado pensando mas en su propia imagen o la de su partido de cara a futuras elecciones que en las necesidades reales del pueblo que los votó. Y un claro ejemplo de ello lo podemos observar cada día, con cualquier gobierno y en cualquier país, donde según pasan los años y los gobiernos, los pobres siguen siendo pobres y los ricos mas ricos. Mientras éstos últimos ven como aumenta su patrimonio los anteriores se mantienen igual o peor, lo cual evidencia que en los planes del Estado, no están incluidos los mas pobres. Otro ejemplo, en Argentina, lo encontramos en la presidenta Cristina Fernández que es notablemente mas rica que hace diez años, al igual que la mayoría de los políticos que la secundan. Los planes sociales que implementó su gobierno para atender la pobreza no llegan a todos y eso se refleja en las familias argentinas que se encuentran en estado de pobreza extrema. Absurdo por cierto, tratándose de un país que cuenta con todos los recursos necesarios para alimentar al mundo entero.
Otro ejemplo, lo podemos encontrar del otro lado del charco, en España, donde los casos de corrupción actualmente alcanzan a miembros del gobierno actual y del principal banco del país, Caja Madrid. Las tarjetas black de Ratto y Blesa, entre otros y el robo del subsidio para formación profesional a manos de políticos españoles dan una idea de lo que ellos piensan del pueblo que los eligió, se ríen de ellos. El dato no deja de ser curioso y ofensivo ya que el número de millonarios en España aumentó un 5,4 % durante el año 2012. Tengamos en cuenta que este país lleva en crisis desde 2009 y hasta la fecha, se han perdido millones de puestos de trabajo y cientos de familias han perdido sus casas a manos de los bancos. Datos recientes afirman que en España, cerca de dos millones de niños pasan hambre Se estima que la riqueza de los grandes patrimonios crecerá un 6,5 % en los próximos tres años, mientras que el pueblo parado sigue esperando por un puesto de trabajo mal remunerado para poder llegar a fin de mes. La problemática española sin embargo, no es comparable con lo que sucede en Asia u Oceanía o África.
Gustavo Martín Benedetti
Administrador de ¡Niños con Hambre Nunca Mas!
Los datos del hambre.
Los datos son estremecedores. 827 millones de personas pasan hambre en el mundo, la mayoría viven en países en vías de desarrollo donde 14,3 % de la población está desnutrida. Del total, 552 millones viven en Asia y Oceanía, pero la tendencia es a la baja. Unos 66 millones de niños en el mundo van al colegio con hambre de los cuales 23 millones se encuentran en África. Las mujeres constituyen un poco mas de la mitad de la población pero representan mas del 60 % de las personas con hambre en el mundo.
La desnutrición contribuye a la muerte de 2,6 millones de niños menores de cinco años, un tercio del total global. En los países en desarrollo, uno de cada seis niños - casi cien millones - tienen bajo peso y el 80 % con retraso en el crecimiento viven en 20 países. El PMA (Programa Mundial de Alimentos) estima que se necesitan mas de tres mil millones de dólares al año para llevar alimentos a mas de 66 millones de niños en edad escolar que sufren hambre.
Los Datos Positivos
En la última década Brasil redujo un tercio la cantidad de personas con hambre. Sacó a 24 millones de brasileños de la pobreza extrema y redujo la desnutrición en un 25 %. Por otro lado, China y Rusia solían recibir alimentos del PMA (Programa Mundial de Alimentos) y actualmente se han unido a los países que donan alimentos a esta entidad.
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