El día 10 de Julio de 2012 se publicó en este blog una noticia sobre Fabricio Vallejos, ese niño tucumano en estado de desnutrición por el cual todos implorábamos ayuda. Las redes sociales fueron parte fundamental para dar a conocer el drama de este niño y su familia y la ardua labor que desarrollaba y desarrolla aún el Doctor Eduardo Jorge Gómez Ponce para lograr que hoy Fabricio tenga una salud y un aspecto totalmente diferente del que viéramos el año pasado. Esto demuestra que cuando se quiere se puede y como querer es poder todos debemos seguir luchando, desde la posición que nos toca o desde la que podemos, para revertir la situación de miles de niños de nuestro país, porque ellos son el futuro de la Argentina y porque es nuestro deber como adultos velar por su bienestar. Es el compromiso que deben asumir los políticos que nos gobiernan, compromiso que debe ser prioritario ante otros que no lo son porque si hablamos de prioridades, las vidas humanas están por encima del fútbol gratis o los costosos vuelos privados de los gobernantes para figurar en una foto al otro lado del globo. El hambre del mundo se podría acabar si todos los que tienen poder de decidir sobre nuestras vidas pusieran la desnutrición y la explotación infantil como objetivos primarios en sus hojas de ruta.
Felicito y aplaudo al Doctor Gómez Ponce por su labor y a todos en los que mayor o menor medida han aportado para que hoy Fabricio Vallejos luzca una sonrisa que emociona hasta las lágrimas, porque no hay nada mas triste que el dolor de un niño y nada mas vil y rastrero que un político negándole el trozo de pan que se lleva a la boca. Porque ya lo dijo el Doctor Abel Albino, médico pediatra y Presidente de la coordinadora para la Desnutrición infantil, "Los programas para combatir este flagelo fracasan porque no entienden el problema. No sólo de pan vive el hombre. De nada sirve que alimente a un chico si lo devuelvo al ambiente hostil en el que vive".
GENIAL! EMOCIONANTE! ESTOY FELIZ!
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