La Comunidad aborigen Wichí pierde cinco niños por culpa de la desnutrición.

            Esta vez fue en Salta y no es la primera vez. Dos bebés murieron el último fin de semana, Marlene Arias, de seis meses, vivía en la Misión Lapacho 2 en Tartagal y Teófilo Martínez, de un año y seis meses, vivía en la comunidad wichí de la localidad de Embarcación, a 270 Km. al norte de la Capital salteña. Con ellos, ya son cinco niños fallecidos en quince días, Julián Darío Pérez – un año y medio -, Leandro Arias – un año y medio – y Rocío Sorocco – tres años -. El gobierno local admitió que la pobreza avanza en la provincia. El certificado de defunción dice que Julián murió de un shock séptico por desnutrición. Según el doctor Enrique Heredia, Director de Medicina Social de Salta, la muerte de Julián  ocurrió en el hospital de la localidad de Morillo, 500 kilómetros al noreste de la capital salteña, muy cerca de Capitán Pagés, el último poblado salteño sobre la ruta nacional 81, en el límite con Formosa. En cambio, Marlene comenzó con una fuerte tos por lo que fue llevada de urgencia al hospital por su joven madre, una adolescente wichí de 14 años. La niña murió el sábado pasado de un paro cardiorrespiratorio, muerte súbita.

Cacique Wichí

            La Cultura aborigen Wichí está considerada como una Nueva Cultura, formada por la fusión de los aborígenes Matacos, que actualmente habitan Chaco, Chaco salteño y Formosa.

            Desarraigados de sus orígenes, toman elementos de aquellas comunidades con las que interactúan y las incorporan a su propio Folklore de fusión. Sus primeros contactos los realizan con la llegada de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios Noruega, de ahí que parte de su idioma también posea vocablos de esta lengua. A partir de la adopción del Cristianismo Evangélico como su religión, comienzan a llamarse Wichís.

            La comunidad aborigen Wichí se distribuye en las llamadas Misiones, formadas por distinto número de familias, algunas de ellas con tres generaciones juntas. El promedio de hijos de algunas Misiones es de diez niños por familia. La primera misión conocida fue la Misión Wichí de Fortín Dragones en la provincia de Salta en el año 1992, en el Chaco salteño más específicamente. Esta primera misión está formada por un conjunto de noventa familias. El promedio de vida es de cincuenta años, por la mala alimentación, carencia de recursos y falta de medicamentos. Tienen también un alto índice de mortalidad infantil por enfermedades propias de la desnutrición y por epidemias.

            Todas las Misiones se hallan en una zona geográfica comprendida entre el río Bermejo al sur, limitadas por Orán al oeste, Tartagal al norte y la provincia de Formosa al este, están muy separadas entre sí y su acceso a veces resulta muy dificultosos por las distancias y el camino, sobre todo en época de lluvias, aunque éstas sean escasas.

            Para colmo de males, la situación geográfica y económica les juega en contra. El clima está cambiando aceleradamente y en los últimos años se acentuaron las diferencias térmicas, que les hace sufrir de fríos desconocidos hasta hace un par de años y de inundaciones y sequías agravadas por la mano del hombre en desarmonía con el Medio Ambiente. La población de animales del monte disminuye porque cada vez hay mas desmonte indiscriminado, no observando los principios naturales, la deforestación provoca la merma de vida en el monte, fuente de alimentación para el aborigen.

            Las empresas no consideran que deforestando y utilizando las tierras para cultivo con maquinarias que no requieren mano de obra, estén creando mayor desempleo y reducen el monte natural de manera alarmante, hábitat del aborigen y su sustento, provocando un enorme desastre ecológico. Cuando el río Bermejo crece, por ejemplo en Media Luna, pierden todo hasta sus vidas, a causa de las inundaciones, que traen además cólera y cuando el río baja las aguas estancadas provocan todo tipo de enfermedades por contaminación. El agua se vuelve imposible de beber, los peces contaminados imposibles de comer y vender.

            La falta de integración del niño aborigen en la escuela, surge por la diferencia idiomática: desde que el niño nace escucha su lengua familiar Wichi, ellos desean conservarla ya que es su patrimonio cultural, y en las escuelas hay pocos maestros bilingües. También, muchas veces la falta de elementos esenciales para la sociedad urbana, como las zapatillas por ejemplo, acentúan la problemática, ya que en su mayoría los niños aborígenes están acostumbrados a caminar descalzos.

            El gobierno salteño reconoció que el hambre avanza en las comunidades aborígenes del norte de Salta. El gobernador Juan Manuel Uturbey convocó a todo su gabinete para una reunión en la ciudad de Tartagal. Entre otros temas se va a tratar la muerte de los niños aborígenes, aseguró el Director de Prensa, José Muñoz.
        

            Según se supo, Julián ya venía sufriendo diarreas y vómitos desde la semana pasada y fue atendido en el Centro de Salud de General Ballivián –30 kilómetros al sur de Tartagal –, donde hasta la semana pasada vivía con sus padres, Julio Pérez y Celina Arias –de la etnia Wichi–, en una tapera cubierta con plástico negro.

Por su condición de nómades, la familia Pérez decidió migrar el fin de semana para visitar a sus parientes en el paraje El Quebrachal. Pero debido a los intensos calores, la situación de Julián empeoró y debió ser internado en el hospital de Morillo, donde el miércoles falleció.  La doctora María Ximena Reynoso, del Ministerio de Salud Pública, también certificó que el deceso se produjo por un “shock séptico por desnutrición”.

            “La sépsis es una infección aguda. Y si el chico tuvo algún grado de desnutrición es una causa concadenante que llevó a su muerte”, explicó el doctor Enrique Heredia.

Madre wichí y su hijo desnutrido

            En la nota anterior a ésta, hablábamos de la lucha contra la desnutrición de las comunidades aborígenes Tobas y Pilagás, de Formosa, con 28 niños desnutridos y uno de ellos muy grave, un bebé de seis meses. Hoy, lamentablemente, narramos la crónica de dos muertes anunciadas, esta vez en Salta, en la comunidad aborigen Wichí. Es inaudito, que en un país rico como lo es Argentina, que produce alimentos para el doble de su población, se mueran niños por desnutrición. Ya va siendo hora, señores gobernantes, que trabajen para el pueblo y no para engrosar vuestras cuentas bancarias y  pongan las prioridades donde tienen que estar: en primer lugar!

PARA COLABORAR CON LOS WICHIS: http://www.comunidar.org.ar/misiondespertar/ 

Fuentes:

Misión Despertar, Catamarca es noticia, Clarín.