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martes, 1 de marzo de 2011

Chaco, entre la pobreza y la indigencia.

            Chaco, esa provincia del norte argentino, lejana, muy lejana de la Casa Rosada y del interés de muchos que apenas se acuerdan de ella. Una provincia que lidera el top ranking de la pobreza en la cual conviven poco más de un millón de habitantes de los cuales 700.000 son indígenas. Según datos de la canasta familiar, el 57 por ciento de éstos oscilan entre la pobreza (40 %) y la indigencia (17%), información que fue aportada por Rolando Núñez, Titular del Centro de Estudios Nelson Mandela, una de las principales organizaciones de Derechos Humanos de la provincia chaqueña. Según Núñez “Es difícil establecer la magnitud de la pobreza porque las cifras que da el gobierno no coinciden con la de analistas privados, organismos civiles y la iglesia”.
            Chaco es una de las provincias más pobres del país. Aquí el hambre se ensaña especialmente con los indígenas, los eternos olvidados. La desnutrición conspira contra la educación de los niños, especialmente en zonas rurales como El Impenetrable. Según datos oficiales, en esta provincia se repetirían este año los valores de mortalidad infantil de 17 por mil registrados en 2008 o se produciría un leve aumento en los mismos.
El Impenetrable chaqueño

            Para obtener las calorías necesarias una familia necesita 1.530 pesos (413 dólares) al mes. La cifra asciende a 1.800 pesos (486 dólares) si se incluyen servicios como el agua o el gas sin contar los gastos para esparcimiento y educación, valor por encima de lo que calcula el INDEC.  Chaco tiene, de todas las provincias, los ingresos más bajos por habitante. La capital, Resistencia, es el conglomerado urbano mas pobre. Allí malviven cientos de miles de personas en situaciones muy precarias. Las mediciones privadas superan en dos veces y medio los datos previstos por el INDEC. Las familias con ingresos inferiores a 1.280 pesos son indigentes mientras que una familia con ingresos mensuales por debajo de 1.340 pesos son pobres.
            Mientras tanto, los ministros de salud Juan Manzur y de Desarrollo Social Alicia Kirchner junto al gobernador de la provincia chaqueña Jorge Capitanich hacen frente al flagelo de la desnutrición, construyendo hospitales y dotando de ambulancias a los centros sanitarios. A Capitanich se le infla el pecho cuando habla de los 21 nuevos hospitales inaugurados, las 77 nuevas ambulancias y los 250 millones de pesos en infraestructura y nuevas tecnologías. Sin duda, estas obras mejorarán sustancialmente la atención sanitaria en la región. También resalta la importancia de los 70 centros de salud ubicados en los lugares más recónditos de la provincia, fundamentalmente en la región del El Impenetrable.
Capitanich, gobernador del Chaco

Pero hospitales nuevos y tecnologías avanzadas no es siempre sinónimo de un sistema sanitario eficiente. Desde el Centro de Estudios Nelson Mandela, que ya en 2006 denunció que los aborígenes chaqueños están sufriendo un “exterminio silencioso” puso nuevamente el alerta sobre el sistema sanitario por la muerte de una beba wichí y el avanzado estado de desnutrición de un hombre de 45 años, denuncia que fue hecha a fines de noviembre pasado. La muerte de la beba wichí por errores graves en la atención médica sumado al estado avanzado de un hombre toba de 45 años que a pesar de vivir a 200 metros de un centro médico no recibía atención médica adecuada, puso en el ojo de la tormenta a todo el sistema sanitario de la zona de El Impenetrable chaqueño. La zona es considera como una de las mas sensibles a nivel social del Chaco ya que sobra gran parte de ella pesa una medida cautelar dictada en 2007 por La Corte Suprema de Justicia donde exige a los Estados Nacional y Provincial proveer de agua, alimentos y medicamentos a las comunidades aborígenes para evitar que continúe su “exterminio silencioso”.
            El Centro de Estudios Nelson Mandela, alertó en 2006 la muerte en masa de aborígenes a causa de la desnutrición y otras enfermedades ligadas a la pobreza. Sobre el caso de la beba wichí, el centro explicó que su madre embarazada de gemelos que estaba a punto de dar a luz en el hospital de Castelli, fue enviada a su casa, en la localidad de Nueva Pompeya, a 200 kilómetros de distancia, aún cuando se encontraba en precarias condiciones de salud. Cuando se presentó el momento del parto, fue derivada nuevamente al hospital de Castelli. En el trayecto, la mujer estaba con fuertes contracciones, el alumbramiento era inminente. Con sólo un enfermero en la ambulancia, intentaron atenderla en el Centro Sanitario de la localidad de  Las Hacheras, por donde pasaron camino al hospital, pero estaba cerrado. Parió en la ambulancia y una de las bebas murió.

            El otro caso tiene que ver con un indígena de la etnia Toba. El hombre presenta al día de hoy una severa desnutrición. El hombre dialogó con una ONG y explicó que estaba enfermo de tubercolisis desde hacía muchos años sin tratamiento actual. Lo curioso del caso es que el hombre vive a tan sólo 200 metros del centro sanitario de El Espinillo. Además de estos casos, Rolando Núñez, titular del Centro de Estudios Nelson Mandela denuncia que al día de hoy hay una seria falencia con respecto a insumos y medicamentos en la región sanitaria y que abarca todo El Impenetrable.

            La inmensa mayoría de la población indígena sobrevive con escasa calidad de vida, bajo los efectos de la desnutrición, malnutrición o anemia. La estructura sanitaria de El Impenetrable sigue muy deteriorada en casi todas las instalaciones de la zona, a causa de muchos años de falta de mantenimiento, reparación e inversión en las instalaciones y equipamientos sanitarios. La ONG resaltó que las comunidades aborígenes siguen teniendo dificultades estructurales para acceder a una atención oportuna y plena en el sistema sanitario.
            El presidente del Instituto del aborigen chaqueño Orlando Charole señaló que la situación sanitaria se encuentra en estado muy crítico en la zona a pesar de que se ha hecho mucho a nivel alimentario. También destacó que el trabajo en salud es bastante desordenado. Para él la clave en el mejoramiento de la atención tiene que ver con trabajar coordinadamente y sin banderas partidarias.
            Según uno de los directores de la Región sanitaria Belzor Miño hay que minimizar las denuncias del Centro de Estudios Nelson Mandela por tratarse de casos aislados.
            Mientras tanto, en las comunidades aborígenes chaqueñas ¡están contentos porque tienen un nuevo hospital! ¡Eureka! se escuchó gritar a un niño indígena raquítico que se lamentaba por no haber podido beneficiarse de la promoción “Milanesa para todos” o de la anterior a ésta, “pescado para todos” pero confía que para la próxima promo estará mas atento, es que como no tiene ni tele ni radio no se entera. Aunque luego recuerda que el Mercado Central le queda muy lejos.

            Argentina es un gran país, de eso nadie duda. Es tan grande que algunas provincias se pierden en los datos y en la lista de prioridades quedando relegadas ante otras más poderosas. Es curioso que las provincias mas pobres del país sean Chaco y Formosa, ambas habitadas mayoritariamente por indígenas, lo cual me hace preguntar, ¿seremos los argentinos racistas? ¿Los descendientes de europeos nos creemos mejores o con mas derechos que los que habitaron desde el principio estas tierras? La opulencia de algunas provincias contrasta gravemente contra la pobreza extrema de otras. Mientras los gobiernos y la propia gente mire para otro lado seguirá habiendo niños muertos por desnutrición, seguirá habiendo hambre y seguiremos escribiendo notas como ésta. Sueño con que algún día pueda escribir sobre las bellezas que tiene Chaco o Formosa. Sueño, porque soñar, por ahora no cuesta nada.

Fuente: The Associated Press; Centro de Estudios Nelson Mandela.

Producción periodística: Gustavo Martín Benedetti

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